viernes, 21 de octubre de 2011

El que forjó el acero nacional . Manuel Antonio Savio


Manuel Antonio Savio
200 Argentinos /  Su figura está definitivamente asociada al desarrollo de la siderurgia argentina y la industria pesada. Creó Somisa y Fabricaciones Militares, empresas que dirigió sin cobrar honorarios.
En la Argentina, la palabra siderurgia tiene como sinónimo un nombre propio: el de Manuel Antonio Nicolás Aristóbulo Savio, general e ingeniero que dedicó su vida al desarrollo de esa industria al mando de dos poderosas empresas del Estado en las décadas del ’30 y ’40: Fabricaciones Militares y Somisa.

Savio, nacido en 1892, simboliza así las intenciones y los sueños de un país por tener un desarrollo autónomo basado en la explotación de la industria pesada.

Egresado del Colegio Militar de la Nación en 1910, obtuvo el título de ingeniero militar en 1931, luego de un viaje por Europa que le hizo comprender la necesidad de llevar adelante un plan industrializador en la Argentina. Savio profundiza y amplía la línea histórica iniciada en los años ’20 por el general Mosconi (ver biografía en páginas 138 y 139).

En 1930 fundó la Escuela Superior Técnica, tres años después escribió el libro Movilización industrial y en 1938 elaboró su primer proyecto, luego convertido en la ley 12.709 de 1941 (presidencia de Roberto Ortiz) para la creación de Fabricaciones Militares. Savio fue el primer presidente de la empresa.

Apenas un año después escribió Política argentina del acero, en el que reclamó como imperiosa la fundación de una industria metal pesada. En 1943, bajo su dirección, se inauguran los Altos Hornos Zapla, primera acería del país. Durante el gobierno de Juan Domingo Perón fue sancionada la famosa Ley Savio (número 12.987 de 1947) que diseñó un Plan Siderúrgico Nacional y creó, entre otras cosas, la empresa Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina, Somisa. Sus altos hornos son emplazados en los márgenes del arroyo Ramallo, sobre terrenos elegidos por el propio Savio, quien como presidente de su directorio había renunciado a cobrar honorarios.

Pero el general Savio no pudo ver la primera colada de acero nacional (tras sucesivas demoras se produjo en 1961) ni avanzar al casillero siguiente de su plan estratégico (la explotación del caucho) porque un infarto fatal lo sorprendió el 31 de julio de 1948. El calendario patrio reservó esa fecha para celebrar el Día de la Siderurgia. En el partido de Ramallo, hay otro homenaje permanente: la localidad de Villa General Savio, también conocida como Estación Sánchez, por el vecino que donó las tierras iniciales de ese asentamiento poblacional.